LA REFORMA POLITICA Y EL PULSO DE PODER
Por: Eurípides Castro Sanjuán Doctor en Ciencias Políticas
“Cada quien llora al muerto por donde más le duele”
Sería iluso pensar que las reformas no van a tener sus contradictores, por lo que es conveniente escuchar a todos los interesados y sacar conclusiones para el bien general.Porque este proyecto además de que podría convertirse en un A.L porque tiende a reformar la Carta Política, va a ser una norma de Orden Público. Está claro, eso sí, que la reforma al Código electoral es un imperativo por su obsolescencia y porsu inconstitucionalidad, es “un muerto insepulto”, debido a que no es producto de una ley aprobada por el Congreso de la Republica como lo dispone la Carta del 91. En ello, todos debemos estar de acuerdo.
Referente a lo anterior, ya se escuchan desde los partidos políticos y otras instancias, voces discrepantes con la reforma política. El Consejo de Estado ya presentó su concepto negativo al articulado, aduciendo que con la creación de una nueva estructura de la Organización Electoral “se le estaría entregando mucho poder a la nueva Corte Nacional Electoral en desmedro del Consejo de Estado; que tampoco es conveniente la forma de elección de sus miembros porque en ella interviene el Congreso de la República, lo que quitaría autonomía al nuevo ente y porque contradice el sistema de pesos y contrapesos de la Carta del 91”
El Consejo de Estado fue creado debido a la visión republicana de Simón Bolívar en 1817, en pleno apogeo de la lucha por la independencia, para que fuera un órgano consultivo de su Gobierno. A partir de allí se ha robustecido,convirtiéndose en una alta Corte de la Rama Jurisdiccional del Estado (art.116, 236, 237 y 238 C.P). En la que además de ser un órgano consultivo en asuntos de administración Pública, conoce de las acciones de Nulidad por inconstitucionalidad de los Decretos del Gobierno Nacional que no pueda conocer la Corte Constitucional; conoce asimismo de casos de perdida de investidura de los congresistas; igualmente dirime los conflictos entre el Estado y los particulares y; también es un Tribunal de cierre de la Acción de Nulidad Electoral.
En este sentido, quien tiene acumulado un gran poder político y jurídico de decisión es el Consejo de Estado porque hace presencia administrativa en asuntos del Gobierno, se mete judicialmente “en el rancho” de la Corte Constitucional; sanciona a los Congresistas y es el árbitrofinal de los procesos Electorales y de la democracia. Los Juzgados administrativos están atiborrados de procesos y además tienen que decidir tutelas y realizar el control de legalidad de procesos electorales. Es una carga muy excesiva para los Jueces Administrativos del Circuito y los Tribunales Administrativos Departamentales, que cuentan con más de 2.000 expedientes por despacho.
Uno de los cambios hechos por la Carta del 91 fue la creación de la Corte Constitucional la cual asumió la vigilancia de la Constitución, por lo que tuvo que trasladársele la competencia de la Sala constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Ello no fue en menoscabo de la C.S.J porque se alivió de la congestión en sus anaqueles. En cambio, se especializó el estudio y control constitucional, dando a la luz sentencias muy bien ponderadas de ésta y el control perentorio especializado de los A.L. de las Demandas de inconstitucionalidad por contenido material o por vicios de procedimiento en la aprobación de leyes y A.L., referendos, consultas populares, plebiscitos, Decretoslegislativos o con fuerza de ley del Gobierno Nacional y de la revisión de los fallos judiciales de Tutelas.
De otro lado, los miembros de la Corte Constitucional sonelegidos con la intervención de todas las Ramas del Poder Público. El Senado los elige de ternas presentadas por el Presidente de la República, la C.S.J. y el mismo C.E.
Entonces lo que propone la reforma para la elección de los magistrados de la nueva Corte Nacional Electoral no va en disonancias con la manera como se elige a los magistrados de la Corte Constitucional porque intervienen las tres Altas Cortes de la Rama Jurisdiccional del Estado: la Corte Suprema de Justicia, la Corte Constitucional y el Consejo de Estado. Dichas corporaciones deben enviar sendas ternas hasta completar un total de 15 candidatos para que el Congreso de la República elija. Estos deben contar con los mismos requisitos para ser magistrado de la Corte Constitucional. Agregándole, que los inhabilitaría haber sido directivo de un Partido Político o haber aspirado u ocupado un cargo de elección popular dentro de los últimos 10 años.
Para nosotros, no ha lugar el concepto del C.E. La reformapolítica es conveniente por lo menos en este sentido porque no controvierte las mismas formas de elegir magistrados de otra alta Corte y, porque tiende a aminorar la congestión Judicial en la Jurisdicción Contenciosa Administrativa, trasladando las competencias de la sección 5° del C.E. junto con varias de las funciones cumplidas por el CNE, especialidad de la que se ocuparía la nueva Corte Electoral y los Tribunales Departamentales Electorales.
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