Agua pasó por aquí y estudios que no los vi

“Diciembre llegó con su ventolera” y la brisa, como ya sabemos, siempre hace uno que otro estrago y también nos hace ver una que otra situación inesperada. Una de esas sorpresas tiene que ver con las playas, específicamente, las que han sido objeto de intervención por parte de la Gobernación del Atlántico en el marco del proyecto de ordenamiento de playas.
Resulta que, para esta época, las fuertes brisas hacen que el mar tiende a recuperar terreno y la playa se hace más corta, una situación de toda la vida, según me comentaron pobladores y comerciantes de la zona.
Quiero creer, al igual que todos los atlanticenses, que los ingenieros a cargo de los diseños y ejecución de las obras, tuvieron en cuenta este fenómeno y tomaron los recaudos necesarios. La lógica indica algo evidente: si se pone en riesgo la inversión es mejor no hacerla.
En los últimos días de noviembre las fuertes lluvias y la marea evidenciaron que pudieron haberse omitido algunos detalles para proteger el proyecto de los embates de la naturaleza. Hay infraestructuras que ya están muy cerca del mar y que de seguir así el deterioro sería cuestión de tiempo.
No es algo menor, en este proyecto, según informó la Gobernación ante los medios de comunicación se invirtieron $24.000 millones (Playas del Country y Sabanilla II).
Por lo anterior, una vez estemos en la Asamblea solicitaremos el apoyo de la academia y la sociedad de ingenieros del Atlántico para que se haga un análisis de los estudios y diseños que se presentaron para este proyecto; además, que se determine si los materiales que se usaron son los adecuados; por ejemplo, si el concreto que uso es marino o es del que se usa normalmente.
Amanecerá y veremos, los vientos alisios empiezan en diciembre y van dejando el Caribe a mediados de marzo. Tiempo suficiente para saber si los estudios contemplaron este fenómeno cíclico o todo lo contrario.
Isabella Pulgar Mota
Diputada del Atlántico