Golpe a contrabandistas y vendedores de licor adulterado, el Atlántico deja de percibir $3.000 millones mensuales
Un operativo conjunto de las autoridades administrativas, policivas y judiciales del departamento del Atlántico permitió darle el primer golpe del año a los delincuentes que se dedican a la fabricación y venta de licor adulterado y de contrabando.
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El reporte destaca que en la acción, cumplida en el barrio Las Nieves, suroriente de Barranquilla, fueron detenidas dos mujeres y un hombre, al igual que el decomiso de 81 botellas llenas y 450 vacías listas para envasar el producto con etiquetas de reconocidas marcas de whisky y aguardiente, melaza, tapas, alcohol metanol, mangueras y otros elementos usados en un alambique artesanal.
El monto de la incautación fue estimado en 20 millones de pesos. Los detenidos y lo incautado fueron puestos a órdenes de la Fiscalía Seccional.
Cabe precisar que el operativo hace parte del trabajo articulado, interinstitucionalmente, entre la Gobernación del Atlántico, a través de sus secretarías de Hacienda, del Interior y de Salud, la Policía Fiscal Aduanera, la Policía Metropolitana, la Fiscalía, la Sijín, la Asociación de Abarroteros (Asaba) y la Unión de Comerciantes (Undeco).
“Conjuntamente se han establecido estrategias tendientes a combatir el flagelo del contrabando de cigarrillos, licores y cervezas, cuyos impuestos se constituyen en importantes recursos destinados a la salud y al deporte”, precisa la Secretaría de Hacienda.
A propósito de las estrategias que se han venido ejecutando, es de destacar las visitas de control a establecimientos de distribución y comercialización de los productos antes señalados; así como las campañas publicitarias para incentivar a la denuncia del contrabando y el consumo ilegal.
Una evaluación de las secretarías de Hacienda y de Salud, en torno al impacto negativo que genera, no solo a las rentas del departamento, sino en la salud de quienes son habituales consumidores de licores adulterados o de contrabando, da cuenta de un detrimento de 3.000 millones de pesos mensuales, y daños irreversibles como ceguera y otros trastornos al cuerpo, incluso pueden causar la muerte.
