Senador Mauricio Gómez respalda al gobernador del Atlántico y al alcalde de Barranquilla en la ejecución del plan integral de seguridad
En el marco del acompañamiento legislativo que viene adelantando el senador Mauricio Gómez a la gestión del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano y del alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, se destacan los primeros avances que el primer mandatario departamental y distrital, han empezado a ejecutar en materia de seguridad para los municipios, así como para Barranquilla y su área metropolitana.
Con esta apuesta, la cual hace parte del cumplimiento efectivo a la primera y principal promesa de campaña, el senador Gómez Amín resalta la alianza estratégica que el gobernador Verano estableció con el alcalde de Barranquilla Alejandro Char, a fin de trazar la hoja de ruta con la que trabajarán con las autoridades judiciales, a fin de devolverle la seguridad a los barranquilleros y atlanticenses que día a día padecen de este flagelo.
Este es el primer convenio formal que se firma en el país por parte de dos mandatarios que están ratificando su compromiso con la tranquilidad y seguridad de las comunidades, con miras a atacar los diferentes delitos que vienen siendo perpetrados por delincuentes comunes y bandas organizadas que buscan atemorizar a la población civil, para desestabilizar la paz y la armonía que debe reinar, tanto en los perímetros urbanos como rurales.
Ante ello, el senador Gómez Amín valora la inversión de más de 134 mil millones de pesos que destinará la Gobernación del Atlántico a la seguridad a lo largo de todos los municipios del Atlántico, cuyos recursos permitirán dotar a la policía departamental y distrital de elementos de tecnología claves para fortalecer la operatividad y combatir los focos de inseguridad que tienen azotado a los habitantes de Barranquilla y de los cascos urbanos y rurales del Atlántico.
Asimismo, el congresista liberal muestra su optimismo ante los resultados favorables que se espera que traiga esta estrategia para la ciudad y el departamento, de tal manera que se recupere la sana convivencia de las familias en escenarios de tranquilidad, donde los niños, adolescentes, jóvenes y adultos puedan compartir espacios de libre esparcimiento sin que de por medio vivan al asecho de los robos en las calles, del abigeato, de las riñas, extorsiones y homicidios, entre otros.