“En París pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción”: Álvaro Leyva al presidente Gustavo Petro

El ex canciller de Colombia durante el gobierno de Gustavo Petro, Álvaro Leyva Durán, en carta enviada al presidente Gustavo Petro y publicada a través de su cuenta X, sostiene que “Fue en Paris donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción” y la relación que mantiene con el ministro del Interior Armando Benedetti. La carta la había prometido el 10 de abril, pero el dirigente esperó los días de la Semana Santa para reflexionar sobre el contenido y las incidencias de lo que él manifestará en el país y en la vida personal del mandatario de los colombianos.
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“Me correspondió nombrar a Armando Benedetti como embajador en Venezuela. Me dijo usted que hablara con él. Lo cité a mi apartamento. No quería aceptar la designación. Aspiraba a trabajar en una posición importante en Colombia. Quizá como un eventual ministro. Como si yo estuviera al tanto de sus problemas personales me manifestó que el doctor Miguel Bettín ya lo tenía al otro lado. Lo comentamos. Comprendí por todo lo que manifestaba que estaba adicto a las drogas. Bettín gran profesional de enorme reputación. De mi entrevista con Benedetti concluí que se trataba de un enfermo”, afirmó Leyva.
“Sí, le guardo estimación. Los recuerdos que todavía tengo frescos de episodios ocurridos siendo yo el primer testigo, me producen aún desazón y desconcierto. Uno de ellos, la ocasión en que usted se desapareció dos días en París durante una visita oficial. Como si inteligencia francesa fuera incompetente como para no haber conocido su paradero. Momentos embarazosos para mi como persona y como su Canciller. Y mucho más cuando supe en dónde había estado”.
En ese momento de la carta, el excanciller saca a la luz los presuntos problemas de drogadicción del presidente: “me apena decirlo hoy-tarde ciertamente-, pero por esa época ya tenía conocimiento de episodios suyos de similar comportamiento. Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción. ¿Pero qué podía yo hacer? Seguro fui inferior. Lo he debido aproximar, ayudar, asistir oportunamente. Guardo en mi interior la pena de no haber intentado extenderle la mano. Lo cierto es que nunca se repuso usted. Es así. Su recuperación lastimosamente no ha tenido lugar”.
Asimsimo el ex canciller hizo otras acotaciones sobre
“Durante semanas enteras venía pensando en qué hacer para que usted escuchara la voz del suscrito, exministro de Estado suyo, sobre preocupaciones que me han surgido a raíz del conocimiento directo que de tiempo atrás he tenido y que aún tengo de situaciones y hechos que en mi sentir lo han afectado y lo siguen afectando en lo personal, como jefe de Estado y consecuencialmente al país, Presidente”.
“Yo en ningún momento le fallé Presidente. Me jugué entero por usted y la causa. Ni un solo reclamo me puede hacer. Mas sin embargo fueron surgiendo discrepancias y hechos de fondo que me fueron alejando. Sin traición alguna de mi parte porque en mi formación y en mi carácter no cabe esa palabra. Es que soy hijo del destierro con toda mi familia; hermanas y hermanos incluidos, por no haberse prestado mi padre a una traición. Ejemplo enorme recibí”, dice Leyva en su carta.
Leyva, agregó: “Si bien es cierto que fui un funcionario de altísimo nivel supuestamente cercano a usted, debo manifestarle que nunca fue fácil aproximarlo. Esto bien lo sabe. Tal la razón por la que he recurrido a varios mensajes hoy llamados X, y a las redes sociales para dar a conocer mi estado de ánimo sobre lo que considero es mi deber que usted tenga presente. Usted en primer lugar. Y de ser necesario la nación entera”.
El ex canciller en su carta dice hizo énfasis en los roces que llegó a tener con el candidato Rodolfo Hernández, quien disputó en segunda vuelta la presidencia junto a Gustavo Petro.
“A tanto llegó mi compromiso que en defensa suya fui particularmente crudo, fuertísimo, con su vehemente contradictor, ingeniero Rodolfo Hernández. Valga anotarle que pasadas pocas semanas de su posesión Presidente, siendo yo ya ministro suyo, apareció don Rodolfo en mi despacho de manera sorpresiva imbuido de espíritu reconciliatorio. “Vengo a darle un abrazo -precisó, porque a pesar de todo siempre he reconocido que usted es un verdadero hombre de paz; ya todo ha quedado atrás”. Sin duda el gesto me causó emoción”, dijo Leyva.
Con base en esto, el exministro aseguro: “yo en ningún momento le fallé Presidente. Me jugué entero por usted y la causa. Ni un solo reclamo me puede hacer. Mas sin embargo fueron surgiendo discrepancias y hechos de fondo que me fueron alejando. Sin traición alguna de mi parte porque en mi formación y en mi carácter no cabe esa palabra”.
“Cuando iba a buscarlo la señora Sarabia conocida de autos me hacía esperar por horas con la excusa de que usted eventualmente me recibiría. Tantas veces ocurrió lo mismo que finalmente comprendí que ella era la dueña de su tiempo, de algunos quehaceres suyos y que, además, le satisfacía algunas necesidades personales”, expresó Leyva.