SOBRE LA MARCHA Y LA DECISIÓN CONSTITUCIONAL DE SUSPENDERLA
Con ocasión de la Medida Cautelar expedida por una magistrada del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, dentro del trámite de un incidente de desacato, en la cual Ordenó prohibir las marchas programadas para los días 28 de abril y 1 de mayo, convocadas por las centrales obreras como rechazo por las medidas de la reforma tributaria presentada por el Gobierno del Presidente Duque.
Me es preciso indicar que ni las administraciones municipales, ni las Departamentales, entiéndase Alcaldías o Gobernación, otorgan permisos para la realización de protestas, marchas o plantones, lo anterior, en virtud de que se protege el Artículo 37 Constitucional, posición reafirmada pacíficamente en múltiples sentencias de la Honorable Corte Constitucional.
Sorprende, por así decirlo, que resulten destinatarios de una medida, Alcaldes y Gobernadores, que no fueron vinculados en la Acción de Tutela del año 2020, y que ahora de un solo plumazo, pasan a ser destinatarios de una orden constitucional, en la cual, no se les ha agotado el principio de contradicción, indicando que deben negar permisos de algo que ellos, como lo indique anteriormente, no realizan, ni les corresponde.
Debo precisar, que si les corresponde a Alcaldes y Gobernadores, regular el orden público y tomar las medidas necesarias, a efectos de garantizar en su territorio, una pacifica convivencia y la Seguridad Ciudadana.
La orden es perentoria, determinante y refiere con poca claridad la prohibición de marchar el 21 de abril (Articulo 3), que se presume que será el 28 del mismo mes, y el 1 de mayo, por lo que, si las organizaciones sindicales, deciden continuar la protesta los otros días, no existe prohibición alguna, y le corresponde a la Policía Nacional y las Autoridades Locales, el acompañamiento y protección, a ejercer el Sagrado Derecho de Asociación.
Esperamos, y confiamos que las fuerzas policivas y militares busquen el dialogo y la concertación con aquellos ciudadanos que por algún motivo, decidan acudir a la protesta social durante estos días, a efectos de evitar trágicos sucesos, que ya han ocurrido con anterioridad.
Finalmente, no esta de más de recordar, que estamos viviendo el tercer pico de la pandemia, que se ha caracterizado por su alta velocidad de contagio, y por el aumento de la letalidad, que ha enlutado a todas nuestras familias, por lo que en caso de decidir marchar, se haga con absoluta cautela y cuidado, para no seguir alimentando la lista fúnebre que este maligno virus ha dejado en nuestra generación.