HOMENAJE A LA MUJER EN SU DIA
Por: Eurípides Castro Sanjuán Doctor en Ciencias Políticas, Docente Universitario
Una gran exaltación gozosa se apodera de mi, pensando Amigas mías, que toda obra social que la mujer emprenda, toda actividad generosa que las haga traspasar por un momento la guardarraya y los linderos encantados de su propio hogar, acercarse a la vida, ponerse en situación de comprenderla, de darse cuenta que hay un más acá, un más allá, y un más arriba o abajo; que existen fuentes de esperanzas, de fortalezas y también, hechos de injusticias tremendas o de tristezas y durezas insospechadas, lejos de hacerlas perder feminidad a su espíritu, les aumentará, ensanchándoles el corazón a medida que elaboran su conocimiento lleno de insomnios en su labor como abuelas, madres, esposas, hijas y emprendedoras.
Por saber más, una mujer no es menos mujer; por tener más conciencia y mas voluntad no es una mujer menos mujer. Por encontrarse llena de una capacidad inmensa de trabajo y de interés por la vida y de todos sus estamentos, no es una mujer menos mujer. Por haber adquirido medios para defenderse y defender a sus hijos rallando en la complicidad controlada, sin otra ayuda que su esfuerzo, y verraquera, no es una mujer menos mujer. Todo lo contrario, puesto que todo ello, ciencia, conciencia, voluntad, capacidad, cultura o cultivo intelectual, no puede dar de sí más que perfección de su naturaleza, no un cambio de ella.
Es decir, cuanto más perfecta llegue a ser, más mujer será. Y aunque el amor pase a su lado en un pequeño instante, y aunque la maternidad pese sobre ella, y aunque la plata de sus canas parezca coronar su cabeza, siempre habrá sido ídolo, habrá sido madre, habrá sido vida, porque ha contribuido con la grandeza de la humanidad y sobre todo, a confirmar la inmensidad de Dios.
La mujer, por tanto, es el verdadero ser hecho a semejanza de Dios, porque como el, es la única que puede dar a luz nuevas vidas. Son las que han defendido calladas a ultranza la libertad, no solo de su género, si no de los pueblos emancipados por su insistencia y resiliencia. Mujeres pensantes al estilo de Mafalda, osadas, al parecer con superpoderes, como la “Mujer Maravilla” y, siempre blandiendo ideales apasionados cómo Policarpa
Mujeres sigan el perfecto orden que han descrito, aunque pareciera incoherente con los colores del tiempo, que son el amor, la entrega, los códigos de amistad y de la defensa de la vida misma. El horizonte es vuestro, el futuro lo siguen construyendo ustedes, deviene entonces que mantengan levantada la cabeza y miréis la inmensidad del cielo, para que beban de esa fuente, no solo con los ojos, si no con el alma, la caricia del limpio y nuevo azul y, nos guíen a los hombres a las riberas del suspiro y del soñado jardín de los tiempos.
Eurípides Castro Sanjuán.