Un descabezado recorre las calles de Barranquilla hace 70 años, lleva el nombre de Ismael Escorcia

Desde el año 1.953 los carnavaleros han podido disfrutar del ‘Descabezado’ un crudo disfraz que se ha robado la mirada y los corazones de la gente, quienes han inspirado a 15 de sus personajes.

Por. Jorge De La Hoz Serrano

Las calles de Barranquilla, durante cuatro días al año, son recorridas por un hombre elegante de tronco ancho, lleva puesto un vestido entero con corbata. En sus manos tiene un machete y en la otra, moviendo de un lado a otro, se encuentra su cabeza. Responde a varios nombres, pero a solo apodo, ‘El Descabezado’.

‘El Descabezado’ constituye la tradición y cultura del Carnaval de Barranquilla y este año cumple 70 años de estar merodeando las fiestas más importantes de Colombia y las segundas del mundo, luego del Carnaval de Río de Janeiro, en Brasil.

Durante toda su vida, ‘El Descabezado’ ha portado, en sus manos, la cabeza de 15 personajes que han marcado la historia de la sociedad en Colombia y en el mundo, pero también animales. Entre ellos se encuentra el desaparecido líder político Jorge Eliecer Gaitán; el ‘Chavo del Ocho’; Carlos ‘El Pibe’ Valderrama; entre muchos más.

‘El Descabezado’ tiene cabeza

El 17 de febrero de 1930, en el municipio de Calamar, en el departamento de Bolívar, nació Ismael Escorcia Medina, un niño que a sus cuatro años de edad fue testigo de la violencia cruel que en ese momento sumergía a Colombia.

Para esta época, en Colombia se perpetuó la lucha entre los militantes del grupo político de los del trapo rojo y azul, los mismos que hoy integran las corrientes liberales y conservadoras, lo que generó muertes en todas los rincones del país, desacatando una cruda violencia, pero también agitando lo que sería la polarización política.

Dice su hijo, Wilfrido Escorcia, Rey Momo del Carnaval de Barranquilla en el año 2009, que su padre, en su infancia, tenía como única distracción ver pasar los cadáveres desmembrados productos de este enfrentamiento político en Colombia.

“En el Canal del Dique, mi padre observaba como bajaban los troncos humanos, iban sin cabeza, sin piernas y sin brazos, estos muertos eran productos de la lucha entre los del trapo rojo y azul, hoy liberales y conservadores. Esa matanza se le fue impregnando en su cabeza y él narra, a través de ‘El Descabezado’, su experiencia con la violencia que se vivía, principalmente, en los pueblos ribereños”, manifestó el representante de la segunda generación de ‘El Descabezado’.

Durante 23 años, Ismael Escorcia fue cosechando, en su mente, una idea que sirviera como una representación de esta violencia y fue en 1953 cuando por primera vez se atrevió a realizar el primer disfraz de ‘El Descabezado’, el cual sirvió para ser un proyecto, que luego sería modernizado hasta llegar a lo que hoy es.

“Él fue a ver una película con mi madre, en el teatro La Alameda, en la calle 17 con carrera 23, y ve unos trailers en donde le mochan la cabeza a una persona y él se va para la casa de ese entonces, en el barrio Rebolo, y en un escaparate de luna espejo, se mira y dice: “Eso se ve monstruoso”. Pensar en descabezado en esa época era una monstruosidad, pero ahí comienza a generar con un calambuco y cartulina, crea el primer gorro que se le llenó de sudor y se le dañó. Así comenzó a avanzar con la tecnología”, explica Wilfrido.

Ismael, a sus 94 años, un poco cansado por los achaques de la edad continúa puliendo y enseñando a las próximas generaciones que llevarán a ‘El Descabezado’ no solo en su sangre, sino también más lejos. Hoy, este disfraz individual es representado por su hijo, Wilfrido Escorcia; por su nieto y bisnietos.

Hay ‘El Descabezado’ pa’ rato

Hace 15 años, Wilfrido Escorcia recibió por parte de su padre una noticia, quizás una de las mejores. Ismael, debido a los achaques de salud decidió ceder el liderazgo de ‘El Descabezado’ a la segunda generación de este disfraz, quien ha liderado diferentes procesos para continuar con una tradición y cultura que espera continuar abanderando hasta que “Dios me dé vida”.

Wilfrrido recuerda que este cesión de liderazgo se da en un desfile de “La Batalla de Flores, eso lo tenemos marcado en nuestras mentes, y se da por diferentes situaciones relacionadas con su salud. Ya son 94 años y todo va cambiando.

Inclusive, dice el hijo de ‘El Descabezado’, que “en el 2009, cuando fui reconocido como ‘Rey Momo’ yo decía que el ‘Rey Momo’ era mi papá, pero por razones de edad y salud él me dijo: ‘No, es usted’. Fue ahí cuando la comunidad y amigos dijeron: ‘El proceso generacional va conducido como un homenaje a Ismael Escorcia’, y desde ahí asumí”, agregó.

Pero no es solo Wilfrido el que abandera este disfraz individual, pues su hijo, Wilfrido Escorcia Camargo; y nietos, Wilfrido Escorcia Ramírez, Rafael Toro Escorcia, Mafe Toro Escorcia e Ismael Toro Escorcia; ahora son los que están impulsando este legado de su bisabuelo.

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