Todos los estudiantes merecen recibir educación de calidad

Por Isabella Pulgar Mota
Al inicio de cada año escolar, las administraciones municipales y departamentales presentan sus planes de desempeño con el propósito de alcanzar las metas institucionales y académicas. Estos planes deben enfocarse en mejorar los niveles educativos tomando como referencia los resultados del año anterior.
ES NOTICIA HOY:
Al cierre de 2024, el gobernador Eduardo Verano celebró los avances en las pruebas Saber 11, destacando un aumento de seis puntos en el puntaje global de las instituciones bajo la Secretaría de Educación del Atlántico. “Este logro demuestra el compromiso del Gobierno departamental con la educación”, afirmó en un comunicado oficial.
Desde luego, felicito a los estudiantes de las instituciones oficiales del Atlántico por su esfuerzo y dedicación en estas pruebas, a pesar del insuficiente y tardío apoyo recibido de la Secretaría de Educación departamental. Su mérito es indiscutible y deja en evidencia que el talento y la perseverancia pueden superar grandes adversidades.
Sin embargo, no podemos permitir que esta celebración oculte una realidad preocupante. De los 86 colegios públicos bajo la Gobernación del Atlántico, 30 (es decir, el 37,5%) tuvieron un desempeño inferior al del año anterior. Además, de las 503 instituciones que presentaron las pruebas Saber 11 en calendario A, solo una oficial —la Institución Educativa San Nicolás de Tolentino de Puerto Colombia— logró ingresar en el top 100 departamental, con un puntaje promedio de 300. Esta institución ocupó el puesto 62 en el Atlántico y el 1.068 a nivel nacional. En contraste, la Institución Educativa Agropiscícola de Las Compuertas sigue en el último lugar del departamento, con un puntaje de 181, pese a una leve mejora de 14 puntos.
Estos datos son un llamado urgente a transformar la educación en el Atlántico. No basta con destacar los logros individuales de algunos estudiantes; debemos garantizar que todos, especialmente aquellos en colegios de municipios alejados de Barranquilla, tengan acceso a una educación de calidad, con los recursos y herramientas necesarios para alcanzar su máximo potencial.
Es hora de dejar de conformarnos con avances parciales y exigir cambios estructurales que aseguren igualdad de oportunidades para todos los jóvenes del Atlántico. La educación no puede seguir dependiendo del esfuerzo individual de los estudiantes; requiere un compromiso real del gobierno, la comunidad educativa y la sociedad.