¿Hasta cuándo seguiremos padeciendo los graves problemas de inseguridad en el Atlántico?
Por: Martha Villalba H.
Representante a la Cámara Departamento del Atlántico
En mi condición de mujer, madre de familia y líder social y política debo manifestar mi alto grado de preocupación a raíz de los constantes casos de inseguridad que se vienen presentando a diario en nuestro Departamento, situación que prende las alarmas porque se ha pasado de delitos menores, a los asesinatos y rencillas de bandas por el control del microtráfico.
Pese a que no es normal que estemos viviendo a diario una ola de atracos, principalmente en los diferentes sectores de Barranquilla y su área metropolitana, a los atlanticenses nos tiene mucho más consternados las masacres que se han presentado en este tiempo, casos en los que exigimos a las autoridades mostrar resultados de las investigaciones que se vienen realizando.
Es lamentable leer a diario este tipo de noticias negativas y me duelen los recientes asesinatos de mujeres en lo que va corrido de este 2019. He reiterado que independiente de cualquier situación por la que se encuentre atravesando una mujer, sea de índole laboral, sentimental o económico, nada justifica ni los fines ni los medios con los que han venido siendo atacadas, vulnerando así el derecho a la vida.
Para nadie es un secreto que los problemas de inseguridad en la ciudad y el departamento vienen de mucho tiempo atrás y la pregunta es ¿Hasta cuándo seguiremos padeciéndolo? Qué está pasando con nuestro tejido social y con la formación, los valores y la educación que desde los hogares e instituciones educativas estamos fomentando.
De acuerdo con Medicina Legal, en lo corrido del 2019 se han registrado 37 homicidios en Barranquilla y su área metropolitana y, en el 2018, fueron asesinadas 546 personas en el Atlántico, de esos casos 311 ocurrieron en Barranquilla, 40 menos que en 2017.
Pese a que en 2018 la estadística disminuyó con respecto al 2017, estas cifras no resultan nada alentadoras, por lo que nuestra Política de Seguridad necesita ser reevaluada. La solución al tema no debe obedecer sólo al aumento del pie de fuerza, sino también analizar las condiciones sociales de los sectores donde más se están presentando estos hechos.
De nada vale diseñar Políticas Públicas al respecto sino hay buenas investigaciones y diagnósticos. Desde las administraciones locales y departamentales debemos hacer un esfuerzo y trabajo en conjunto por aportar herramientas significativas que ayuden a reconstruir nuestro tejido social, toda vez que son varios los factores que están contribuyendo cada vez más con esta situación de inseguridad, entre ellos el desempleo, la conformación de bandas criminales y pandillas para el control del microtráfico, el consumo de drogas, falta de oportunidades en el estudio y la violencia intrafamiliar.
La Policía Metropolitana de Barranquilla, así como el Departamento de Policía del Atlántico, deben encaminar sus esfuerzos en la desarticulación del crimen organizado y, en cuanto a delitos menores, hay que trabajar por fortalecer el aparato judicial, porque estos dos factores también están incidiendo en la inseguridad.
Aunque hoy día la inseguridad en Barranquilla y el Atlántico parece salirse de control, el llamado que hago a las autoridades locales es a que trabajen articuladamente para abordar el problema de fondo, más aun cuando se acercan las festividades de carnaval y hay que garantizarle seguridad no sólo a los atlanticenses sino también a todo el que nos visite para esta época.