Expectativas del 2020, sucumbieron ante la inclemencia del covid-19

Por JAVIER DE LA HOZ LUNA
A pocas horas de la apertura de un nuevo año, 2021. El segundo año de esta década marcada por la fatalidad e incidencia del covid-19, virus letal que desestabilizó a nivel mundial todos los estamentos sociales, dejando cerca de 2 millones de muertos y 81.713.263 contagiados al día de hoy; tenemos que resguardarnos y seguir pidiendo clemencia al todo poderoso para seguir gozando del privilegio de estar sanos, con vida y en victoria al lado de nuestra familia.
El inicio de la década, signado por un año bisiesto, cargado de expectativas, no sólo contó con el cambio de los gobierno regionales, sino que llevó a los colombianos en menos de sesenta día a confinarse en un encierro promovido por el gobierno nacional con un distanciamiento social en procura de evitar que la pandemia se propagara como en efecto lo hizo, en un vasto sector del territorio nacional.
Reinventarnos, fue la constante de esta anualidad, para poder ingresar a la fila de los sobredientes. Se le dio paso a la virtualidad y a cambios sustanciales en nuestro diario vivir. El covid-19, logró alejarnos del núcleo familiar, el 2020 un año de muchas expectativas y proyecciones que permitieran el desarrollo integral en todos los aspectos de una sociedad ávida por fortalecerse para enfrentar los retos de una nueva década, fue inversamente proporcional en donde la prioridad ha sido mantenernos sanos y salvos.
Cuando todo parecía que había sido una prueba superada, debido a que se dio la apertura de los cielos, la actividad económica y turística nos sobreviene una nueva etapa de contagio y pérdida de seres queridos como lo está mostrando el Ministerio de Salud a través de los informes diarios en donde se incrementa porcentualmente el número de casos.
No es tiempo de celebrar, aún el virus está vivo, acecha en busca de nuevas víctimas. No le podemos dar ventaja y la consigna es seguir ciudadanos si queremos salir victoriosos de esta pandemia.
Año bisiesto, un año siniestro
El 2020, fue un año bisiesto, un años siniestro, como ha sido calificado a través de la historia. El año bisiesto, es aquel que no tienen 365 días sino 366, el cual es considerado como ave de mal agüero, teniendo en cuenta que durante estas anualidades se han desarrollado situaciones desafortunadas para el mundo, como la que hemos tenido que vivir en esta vigencia.
Este año que está por terminar ha mantenido en vilo la tranquilidad del mundo entero. Todos vivimos bajo el temor, la incertidumbre y la expectativa de los que pueda suceder en nuestro diario vivir.
Lo más lamentable es la pérdida de vidas, sin distingo de raza, credo o posición política. La letalidad del covid-19, no ha sido selectiva ha tocado todos los estamentos sociales del mundo.
¿Porque se considera un año bisiesto?
Lo cierto es que la órbita de la Tierra en torno al Sol no dura 365 días exactos, sino ligeramente más: unos 365,24220 días (unos 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos), es decir, algo menos de 365 días y cuarto. Para ajustar ese desfase entre el año solar y el del calendario, que solo puede contener días enteros, se introdujo la regla, en tiempos de Julio César, de que uno de cada cuatro años tendría un año más.
El reinicio del 2021
Aunque el 2021, ha sido considerado como el año del reinicio, existen muchas expectativas de lo que pueda acontecer, teniendo como referencia el disparo en el contagio de la enfermedad y la expectativa por la aplicación de la vacuna, como único medio para inmunizar a la humanidad, aunque no es aceptado por muchas personas que consideran que el vacunarse es ponerse en riesgo, pero hasta hoy es la única opción de volver a la normalidad, además de seguir cumpliendo fielmente con el protocolo de bioseguridad, impuesto por el Gobierno de turno y el auto cuidado.
Ya se inició el cierre progresivo de ciudades insignia del turismo como lo es Cartagena, donde al igual que Barranquilla y otras ciudades del paìs se ha disparado los contagios del covid-19. La única alternativa es mantener el auto cuidado, el distanciamiento social, y ser consciente que ciudadanos, cuidamos a nuestros semejantes.
Sin embargo, hay que ser consciente que la acción letal del covid-19, no sólo ha dejado pérdida de vidas, sino que ha afectado a la industria, al comercio en general. También se han visto afectado los artistas y la comunidad en general porque todos en diversas proposiciones hemos resultado damnificados de este flagelo mundial.
Asimismo se ha cambiado nuestro vocabulario: autocuidado, bioseguridad, distanciamiento social, confinamiento, cuarentena, aislamiento preventivo, comorbilidad, y respirador artificial entre otros.
Cada cien años se repite la historia
Según la historia, cada cien años, la humanidad ha enfrentado situaciones como esta dejando al final un caudal de muertos que no han logrado sobrevivir a los embates de la “Peste Negra” en 1720, “El Cólera”, en 1820, “La gripe Española”, en 1920 y ahora el “Covid-19”, en 2020.
Hay que señalar que todas estas pandemias han sido tratadas de igual manera con protocolos de bioseguridad que van desde el uso de tapabocas hasta, el uso permanente de alcohol, detergentes, cloro y lavado constante de manos.
Esperemos que el 2021, sea un año excepcional, que retornemos a la normalidad y así poder seguir proyectándonos bajo unos parámetros de desarrollo integral en donde la mira sea mejorar la calidad de vidas de nuestro núcleo familiar y la de nuestros semejantes.