1 DE MAYO: LA VIGENCIA DEL “888” EN ÉPOCAS DEL TELETRABAJO
Por Ricardo Montenegro-Vásquez
*La vigencia del “888”: ocho horas para trabajar, ocho para descansar y ocho para su familia, en épocas de Teletrabajo *EL 1 DE MAYO Y LA LUCHA POR EL TRABAJO DIGNO
En casi todos los países del mundo el 1 de mayo es el Día del Trabajo, se escoge esta fecha en recuerdo a los trabajadores de Chicago, Estados Unidos, que en 1886 realizaron una huelga para conseguir una jornada laboral de ocho horas, esa gigante huelga terminó con muertos y enfrentamientos policiales, pero al término de esta, 50 mil obreros lograron el reconocimiento legal de su nueva jornada de trabajo. En 1889 el Congreso de la Segunda internacional socialista en Paris decidió en honor a esos sucesos conmemorar cada año el día del trabajo en el primer día del mes de mayo.
En Colombia la situación frente al empleo en condiciones dignas es preocupante, la mayoría de las personas se encuentran subempleados o con períodos temporales o permanentes de desempleo. Mediante artilugios como las cooperativas de trabajo asociado y los contratos de prestación de servicio, se evade la responsabilidad de brindar al trabajador las garantías sociales y laborales que permitan tanto la estabilidad y comodidad de aquellos que ponen el músculo a la cadena productiva de la sociedad.
Poblaciones en situación de vulnerabilidad como desplazados, reinsertados y migrantes comparten junto a grupos étnicos como afros e indígenas las tasas más bajas de empleo formal, así mismo ocurre con mujeres cabeza de familia, hombres y mujeres jóvenes o de tercera edad y personas pertenecientes a los sectores de lesbianas, gays, bisexuales y trangénero.
A pesar del crecimiento económico que traíamos antes de la pandemia las tasas de empleabilidad se mantienen establemente bajas, como también lo es el número de afiliados a la organización sindical. No es justo que una economía se soporte en especulación financiera, en la explotación minero-energética y manteniendo en mínimo los niveles de contratación formal a los trabajadores y en alto los niveles de incertidumbre frente al empleo.
Aspiro que, en Colombia, como en el resto de Mundo los postulados de “888” de 8 horas para trabajar, 8 horas para descansar y 8 horas para dedicarse a la familia y los estudios sean atendidos por los empleadores, especialmente en épocas que el teletrabajo pareciese tener a los trabajadores a disposición del “patrón” 24/7, es decir las veinticuatro horas del día los siete días de la semana. Deben entender que nadie aguanta ese ritmo de trabajo y más si el mismo es en condiciones no decentes y con remuneración precarias.
La dignidad, justicia e igualdad son la base del contrato social y es lo que aspiramos quienes luchamos desde los derechos humanos por una mejor sociedad.
*Por Ricardo Montenegro-Vásquez
Abogado Especializado en Gobierno Gerencia y Asuntos Públicos.