“Con el narcotráfico no se habla, con el narcotráfico no se pacta”: Pastrana
Un llamado a que las democracias atlánticas se unan para enfrentar la criminal alianza transnacional de narcotráfico, narcodictaduras y narcoterrorismo que busca desestabilizar a América Latina, atornillarse en el poder y expandir su nefasta ideología de destrucción y miseria, hizo Andrés Pastrana en el Diálogo de Presidentes “La libertad en la era digital”, convocado por la Iniciativa Democrática De España y las Américas (IDEA).
Afirmó que durante mucho tiempo el mundo occidental fue indolente con el sueño de que una nueva sociedad global de comunicación se anclaría en la dignidad humana, la libertad de opinión y las bases ecológicas de la vida. “Soñando si, con un globo que opere a través de una red universal, muchos olvidaron el juego de algunos grandes poderes y sus sátrapas para direccionar el flujo de comunicación como llevando agua a sus propios molinos de aspiraciones hegemónicas”.
Y, al estilo de Joseph Goebbels, el propagandista de Hitler, -dijo- “crean imágenes y distorsionan hechos para desestabilizar nuestro orden liberal”.
Pastrana afirmó que también el populismo agresivo de extrema izquierda, fomentado por organizaciones llamadas progresistas, como el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, entre otros, “usan las redes sociales como arma no solamente para deslegitimar un orden democrático, sino para fomentar asaltos colectivos con el fin de desestabilizar y preparar el camino hacia el poder, para nunca más soltarlo”
Estamos obligados a no ignorar el grave peligro para las democracias que representan los lazos entre el narcotráfico y el crimen organizado con regímenes que no solo se autofinancian mediante esas redes, sino que infiltran a países vecinos, usando todas las modalidades de delincuencia posible, agregó. “Sin los narco- dólares, la dictadura venezolana se hubiera caído hace mucho rato. El narcotráfico y el comercio ilegal de armas se unen para asaltar nuestras democracias, desde adentro y desde afuera. Vemos un nefasto cartel que incluye a las dictaduras de Caracas y de Managua, los Mulás de Irán, Hezbolá y protagonistas del terrorismo como las farc y el ELN, entre otros. Con el narcotráfico no se habla, no se pacta”, manifestó.
A todo ello se suma una nueva cultura de escándalo y destrucción, que mezcla las víctimas del pasado con las sociedades del presente en nuevas teorías de culpabilidad y de señalamiento. Manipulando información con datos selectos y falaces advertencias de conspiración, construyen ideas generales sobre la política nacional e internacional, a su acomodo.
“Estamos frente a lo que los estrategas ingleses en épocas pasadas llamaron el “Great Game”: el gran juego”. Y en este nuevo desafío, el mundo Atlántico liberal encuentra el reto que sus contrincantes autócratas no conocen, es decir, las limitaciones del Estado de Derecho con el pleno goce de libertad de opinión, dijo. “Es importante que entendamos ese desafío, no como una desventaja sino como una magnífica fuente del “soft power” de nuestras sociedades liberales y abiertas”, concluyó.
