Minjusticia: “Es urgente hacer la Constituyente”

El ministro, Eduardo Montealegre, se ha convertido en uno de los protagonistas de la búsqueda de la paz en Colombia y en el promotor incansable de una Asamblea Nacional Constituyente, que no signifique retrocesos sino avances en la garantía de derechos de los colombianos. Los dos proyectos bandera que está impulsando son el Marco Jurídico para la Paz, que cursa trámite en el Congreso de la República, y la elaboración de una vía jurídica que permita convocar al pueblo a elecciones para elegir una Constituyente.
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Sobre lo primero, el alto funcionario reconoce que la búsqueda de la paz en el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha sido un camino difícil, porque se ha tratado de negociar con todos los actores armados ilegales, paramilitares, guerrillas y bandas delincuenciales. Hoy existen, según la Cruz Roja, ocho conflictos armados con unas características y dinámicas diferentes, en las que actúan más de 30 mil hombres que integran la ilegalidad armada.
El ministro, sin embargo, señaló: “Se ha avanzado mucho. Hay un primer marco para la negociación y creo que en el transcurso de este año y antes del 7 de agosto, Colombia va a ver muchas acciones concretas y eficaces, producto de la negociación. Hay un tema de percepción, en el sentido de que el proceso de paz total va mal. La realidad es que el Gobierno ha venido haciendo un trabajo, como una hormiguita silenciosa, con progresos. No solamente se ha avanzado en las mesas de negociación, sino que tenemos un primer marco jurídico para esas negociaciones y en este momento está a consideración del Congreso de la República un marco jurídico para la paz, que de ser aprobado va a impulsar y a catapultar los procesos regionales. Esperamos que los frutos se den en este último año de Gobierno”.
El Marco Jurídico para la Paz, indicó, permitirá el cierre de los dos procesos de justicia transicional existentes, producto de los acuerdos de paz en años anteriores -con paramilitares y guerrillas-, y el inicio de una tercera vía, manejado por la Fiscalía, para sellar la paz en Colombia, que tendrá como eje la desarticulación y el desmantelamiento de las organizaciones criminales.
“Colombia tiene que privilegiar la negociación, es un deber ético no aniquilar al enemigo, sino buscar las salidas negociadas, así sean mucho más difíciles. Creo más en la política de la negociación, que en la del aniquilamiento del enemigo”.
El alma de estos procesos es la verdad y los derechos de las víctimas. “Los colombianos le tenemos más miedo a la verdad que al sistema punitivo, que a las cárceles de Colombia. Los jefes de las autodefensas tienen todavía muchas verdades para contarle a Colombia. ¿Cuál fue el papel de los empresarios de financiar estos grupos al margen de la ley? ¿Cuál el de los banqueros? Hay que seguir profundizando en el papel de la clase política”, agregó el Ministro.
El proceso de la Constituyente
Otro asunto de la agenda del funcionario es sentar las bases legales que permitan convocar una Asamblea Nacional Constituyente, por demás, fundamental en la narrativa del presidente Petro para transformar el país y profundizar las reformas sociales aplazadas por décadas. Para Montealegre el país hace rato está en modo Constituyente por lo que “se requiere una Constituyente, pero no para retroceder, ni acabar las conquistas en derechos sociales y fundamentales que se han logrado en las tres últimas décadas”, dijo.
Entre las razones para convocar la Constituyente está la necesidad de superar el bloqueo institucional del Congreso al mandato popular y las grandes reformas que impulsa el presidente Petro y la politización del presidente de la Corte Constitucional, “que quiere de un plumazo acabar con las conquistas sociales y con la orientación progresista y protectora de derechos de la Corte… que la quiere convertir en la más regresiva de su historia”.
Otro elemento es la lucha contra la corrupción, según él, que se evidencia en que “los órganos de control se han venido politizando, la mejor prueba es la Procuraduría General de la Nación, en los últimos años absolutamente politizada. También hemos tenido épocas de politización muy grande en la Contraloría. La Procuraduría hay que acabarla, es un organismo ineficiente. Hay que acabar también con la Contraloría General de la República y crear un Tribunal de Cuentas; hay que hacer una gran reforma política, esto que se está presentando con el Consejo Nacional Electoral es una absoluta vergüenza para el país. La corrupción de muchos años en el Consejo Nacional Electoral, hay que ir a un sistema de meritocracia para la elección de magistrados de las altas cortes. Tenemos una gran carta de derechos, pero el engranaje de la Constitución con el cual se le puede dar desarrollo a esos derechos fundamentales, económicos y sociales, fracasó y ya no tiene la capacidad de rendimiento para responder a los desafíos del siglo XXI”.





